
Desde los primeros momentos de la vida de una mujer, se pueden observar diferencias marcadas entre las actitudes reflejadas en la Biblia y el Corán hacia el sexo femenino.
Por ejemplo, la Biblia estipula que el periodo de impureza ritual de una madre es el doble si da a luz a una niña en comparación con un niño (Levítico 12:2-5)
Asimismo, un pasaje de la Biblia Católica señala lo siguiente:
"El nacimiento de una hija es una pérdida" (Eclesiástico 22:3)
En comparación, los hijos varones reciben menciones y alabanzas especiales:
"Un hombre que educa a su hijo será envidiado por su enemigo" (Eclesiástico 30:3)
En la tradición rabínica judía, se declaró obligatoria la procreación para los hombres, promoviendo la continuidad del linaje, pero dejando clara una preferencia por los descendientes varones.
Entre sus afirmaciones se encontraba: "Es una bendición para aquellos que tienen hijos varones, pero una desdicha para aquellos cuyos hijos son hembras".
Igualmente, se expresaba: "Cuando nace un niño, todos se alegran... en cambio, cuando nace una niña, todos se entristecen" y "El nacimiento de un niño trae paz al mundo... pero cuando nace una niña, no trae nada".
En este contexto, las hijas eran percibidas como una carga y una posible fuente de vergüenza social:
"¿Tu hija es obstinada? Cuídate de que no te convierta en el objeto de burla de tus enemigos, en tema de habladurías entre la gente y en motivo de vergüenza pública" (Eclesiástico 42:11).
Se advertía también:
"Controla con firmeza a la hija obstinada o abusará de cualquier indulgencia que se le otorgue. Vigila su comportamiento y no te sorprendas si termina deshonrándote" (Eclesiástico 26:10-11)
Estas percepciones negativas hacia las hijas influyeron en la práctica del infanticidio femenino entre los árabes de la época preislámica.
El Corán condenó de manera enfática esta práctica inhumana:
(٥٨) وَإِذَا بُشِّرَ أَحَدُهُمْ بِالأُنثَى ظَلَّ وَجْهُهُ مُسْوَدًّا وَهُوَ كَظِيمٌ
Cuando se le anuncia a uno de ellos [el nacimiento de] una niña, se refleja en su rostro la aflicción y la angustia (Corán 16:58)
يَتَوَارَى مِنَ الْقَوْمِ مِن سُوءِ مَا بُشِّرَ بِهِ أَيُمْسِكُهُ عَلَى هُونٍ أَمْ يَدُسُّهُ فِي التُّرَابِ أَلاَ سَاء مَا يَحْكُمُون (٥٩)
Por lo que se le ha anunciado, se esconde de la gente avergonzado y duda si la dejará vivir a pesar de su deshonra o la enterraŕa viva. ¡Qué pésimo es lo que hacen! (Corán 16:59)
Esta condena del Corán tuvo un impacto decisivo en la erradicación del infanticidio femenino en Arabia preislámica.
(١٦)أَمِ اتَّخَذَ مِمَّا يَخْلُقُ بَنَاتٍ وَأَصْفَاكُم بِالْبَنِينَ
¿Acaso Dios tomaría para Sí hijas de entre Sus criaturas, y a ustedes les dejaría los hijos varones? ( Corán 43:16)
(١٧) وَإِذَا بُشِّرَ أَحَدُهُم بِمَا ضَرَبَ لِلرَّحْمَنِ مَثَلًا ظَلَّ وَجْهُهُ مُسْوَدًّا وَهُوَ كَظِيمٌ
[A los que niegan el mensaje,] cuando se le anuncia a alguno de ellos que ha tenido lo que él atribuye al Misericordioso [una hija mujer], su semblante se ensombrece y mastica su ira. (Corán 43:17)
...
(٨)وَإِذَا الْمَوْؤُودَةُ سُئِلَتْ
Cuando se le pregunte a las niñas que fueron enterradas vivas (Corán 81:8)
(٩)بِأَيِّ ذَنبٍ قُتِلَتْ
Por qué pecado las mataron (Corán 81: 9)
A diferencia de la Biblia, el Corán no establece distinción alguna entre el nacimiento de hombres o mujeres, considerándolos a ambos como bendiciones y regalos divinos.
De hecho, el Corán menciona primero el nacimiento de una hija como un regalo:
(٤٩) لِلَّهِ مُلْكُ السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضِ يَخْلُقُ مَا يَشَاء يَهَبُ لِمَنْ يَشَاء إِنَاثًا وَيَهَبُ لِمَن يَشَاء الذُّكُورَ
A Dios pertenece el reino de los cielos y de la Tierra, Él crea lo que quiere, agracia a quien quiere con hijas mujeres y a quien quiere con hijos varones (Corán 42:49)
El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) enfatizó la importancia de tratar a las hijas con bondad y destacó el gran mérito de quienes cuidan y educan a sus hijas con dedicación y afecto:
"Aquel que cuide de sus hijas y las trate con benevolencia, estas serán para él una protección contra el fuego del Infierno" (Bujari y Muslim).
Asimismo, el Profeta afirmó: "Quien cuide de dos hijas hasta que alcancen la madurez, estará conmigo así en el Día de la Resurrección", mientras juntaba sus dedos para ilustrar la cercanía (Muslim).
Añadir comentario
Comentarios